viernes, 13 de junio de 2008

LOS JOVENES Y LA EDUCACION SUPERIOR

En nuestra Catamarca, se encuentra instalada desde hace mucho tiempo la exclusión de los jóvenes que por falta de oportunidades y de un claro progreso se ven afectados a través por una política que gira entorno a la indiferencia, sin plantearse convocar a los jóvenes a cumplir roles protagónicos en la construcción y en el desarrollo de un proyecto provincial austero.
La juventud, objeto permanente de discusión y análisis, es valorada por muchas sociedades como un problema, estigmatizando a los jóvenes como inconsistentes o riesgosos. Conflictividad o apatía política, deserción escolar, crisis normativa, conductas de riesgo, consumismo, pasan a ser parte del lenguaje que se utiliza para referirse a este grupo.
En nuestra sociedad la juventud debe ser considerada oportunidad, posibilidad, una generación que tiene todo para dar y que debe en esta etapa recibir una atención especial, junto con la niñez y la adolescencia. Los jóvenes en nuestra provincia tienen que ser promesas futuras pero también plenitud presente, con derechos y obligaciones.
Actualmente la provincia de Catamarca tiene uno de los flagelos mas importantes que puede tener una sociedad, como es la falta de educación en general pero haré hincapié en este caso al nivel terciario y universitario, la educación es solo capitalina y hasta cierto punto, ya que carece fundamentalmente las instituciones de variedades de carreras y de alternativas académicas para incursionar.
El punto central es la ausencia educativa para los jóvenes del Interior de la Provincia, esos jóvenes que terminan sus estudios secundarios, en la Merced, en Huillapima, en Capayan, en Andalgala, en El Alto, en Fiambala y en todas las localidades y departamentos a lo largo y ancho de nuestro territorio.
Esos jóvenes no tienen posibilidades de progreso, el Estado esta totalmente ausente de esa realidad, es una falta de oportunidad enorme que conduce al joven a trabajar, y a no poseer otra formación educativa.
Si los padres no tiene el poder adquisitivo económico para lograr mandar a sus hijos a la capital, el joven continúa su vida de changarín, sin menospreciar cualquier oficio, es claro que el Estado debe garantizarle la educación equitativamente tanto a los jóvenes de capital como a los del Interior.
Es preciso que integremos a todos los ciudadanos que habitan este suelo, con políticas constructivas y saludables que beneficien a cada individuo de esta comunidad.
Habrá que definir una política educativa que traspase los límites de la capital, y comenzar a canalizar las ideas plasmándolas en ejecuciones a corto plazo.
El camino que se debe transitar, es planificar la construcción de sedes educativas terciarias y universitarias en los departamentos de mayor densidad poblacional, al igual que en las localidades mas habitadas, y partir desde allí, para que esos jóvenes tengan la posibilidad de acceder a una educación superior.
Condiciones, virtudes y valores morales y éticos inherentes a los jóvenes, como la solidaridad, son pilares del modelo de provincia que deseamos ejecutar desde el Pro entre todos los Catamarqueños. La solidaridad, fuerza que acomuna voluntades y corazones, sin la cual es imposible emprender sueños colectivos, es junto con la organización, la justicia y la inclusión social, un principio rector, un precepto básico del proyecto provincial que desde el Pro ya pusimos en marcha.
La nueva hora necesita de nuestro compromiso, los nuevos tiempos exigen a los jóvenes de la nueva generación energía y voluntad para llevar a cabo los ideales y las utopías que desenvuelvan en nuestra sociedad la justicia social y la solidaridad.
. Debemos estar convencidos de que sin estudios no se tienen ideales, sino fanatismos, y de que nuestro entusiasmo juvenil debe ser reflexivo y racional basado en una consistente formación humana e intelectual.
La juventud debe esforzarse para comprender, analizar y descubrir las posibilidades que nos brinda esta era. Inevitablemente el futuro de nuestra comunidad estará en manos de los jóvenes de hoy, nuestra preparación, formación y capacitación nos hará más útiles en el momento que seamos acción y realización.
Y como los jóvenes debemos entender que la educación es importante necesitamos que el Estado de turno brinde soluciones canalizando efectivamente en el corto plazo la demanda educacional que precisa el Interior Provincial.